Las mujeres que entran en la menopausia muy pronto, antes de los 40 años, tienen más probabilidades de desarrollar demencia de cualquier tipo más adelante en la vida, en comparación con las mujeres que comienzan la menopausia a la edad media de inicio de la menopausia de 50 a 51 años, según una investigación a la que ha tenido acceso Ep y que se presentará en la Conferencia de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica 2022 de la Asociación Americana del Corazón.
«Nuestro estudio descubrió que las mujeres que entran en la menopausia muy pronto tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia más adelante, destaca la doctora Wenting Hao, candidata a doctora en la Universidad de Shandong en Jinan (China).
Ser conscientes de este mayor riesgo puede ayudar a las mujeres a poner en práctica estrategias para prevenir la demencia y a trabajar con sus médicos para controlar de cerca su estado cognitivo a medida que envejecen».
La demencia implica cambios graves en el cerebro que merman la capacidad de una persona para recordar, tomar decisiones y utilizar el lenguaje. La enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia, mientras que la segunda más común es la demencia vascular, que es el resultado de las interrupciones del flujo sanguíneo a las células cerebrales causadas por accidentes cerebrovasculares o por la acumulación de placas en las arterias que suministran sangre al cerebro. Ambos tipos de demencia son más comunes con la edad. Las enfermedades que afectan a partes específicas del cerebro también pueden conducir a la demencia, y una persona puede tener demencia debido a más de un proceso de enfermedad.
En el estudio actual, los investigadores analizaron la posible relación entre la edad de inicio de la menopausia y el diagnóstico de demencia por cualquier causa. Se examinaron los datos sanitarios de 153.291 mujeres que tenían una edad media de 60 años cuando se convirtieron en participantes del Biobanco del Reino Unido (entre 2006 y 2010). El Biobanco del Reino Unido es una gran base de datos biomédica que incluye información genética y sanitaria de medio millón de personas que viven en el Reino Unido.
Los investigadores identificaron el diagnóstico de todos los tipos de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular y las demencias por otras causas. Calcularon el riesgo de aparición en función de la edad a la que las mujeres declararon haber entrado en la menopausia, en comparación con las mujeres que empezaron la menopausia a la edad media de inicio de la misma, que es de 50-51 años.
Los resultados se ajustaron en función de factores como la edad en el último examen, la raza, el nivel educativo, el consumo de cigarrillos y alcohol, el índice de masa corporal, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, los ingresos y las actividades físicas y de ocio. El análisis reveló que las mujeres que entraron en la menopausia antes de los 40 años tenían un 35% más de probabilidades de haber sido diagnosticadas de demencia y aquellas que lo hicieron antes de los 45 años presentaban 1,3 veces más probabilidades de que se les diagnosticara demencia antes de los 65 años (lo que se denomina demencia presenil o de inicio temprano).
Las mujeres que entraron en la menopausia a los 52 años o más tenían tasas de demencia similares a las de las mujeres que entraron en la menopausia a la edad media de inicio de la misma, que es la de 50-51 años. Aunque las mujeres posmenopáusicas corren un mayor riesgo de sufrir un ictus que las premenopáusicas, y el ictus puede interrumpir el flujo sanguíneo al cerebro y dar lugar a la demencia vascular, en este estudio los investigadores no encontraron una asociación entre la edad de la menopausia y el riesgo de demencia vascular.
«La demencia puede prevenirse, y hay varias formas en que las mujeres que experimentan una menopausia temprana pueden reducir su riesgo de demencia. Esto incluye el ejercicio rutinario, la participación en actividades de ocio y educativas, no fumar y no beber alcohol, mantener un peso saludable, obtener suficiente vitamina D y, si lo recomienda su médico, posiblemente tomar suplementos de calcio», explica Hao.
Los investigadores sugieren que la disminución de los niveles de estrógeno puede ser un factor en la posible conexión entre la menopausia temprana y la demencia. « Sabemos que la falta de estrógenos a largo plazo aumenta el estrés oxidativo, lo que puede aumentar el envejecimiento del cerebro y provocar un deterioro cognitivo», añade.
Los médicos que atienden a las mujeres deben ser conscientes de la edad de la mujer en el momento del inicio de la menopausia y vigilar de cerca el deterioro cognitivo en aquellas que llegaron a la menopausia antes de los 45 años. «Se necesitan más investigaciones para evaluar el valor añadido de incluir el momento de la menopausia como predictor en los modelos de demencia existentes –apunta Hao–. Esto podría proporcionar a los médicos una forma más precisa de evaluar el riesgo de demencia de una mujer».